Intervención exitosa de doble infarto
El 11 de abril tuvimos un caso peculiar en la medicina en general, no sólo en el área vascular. Escuchamos frecuentemente la palabra infarto, ya que existen millones de infartos cardiovasculares todos los días, pero también existen los infartos cerebrales que ocurren cuando se obstruye una arteria a nivel cerebral.La peculiaridad de esta historia, es que es un caso bastante interesante porque se trata de un hombre de 40 años.
Uno se imaginaría que una persona de esta edad es joven y productiva, sin embargo, hablamos de un padre soltero a cargo de 2 niñas, con 2 o 3 antecedentes familiares de infartos previos, lo que se tradujo en 2 infartos simultáneos: uno cerebral y otro cardíaco. En otras palabras, 2 arterias tapadas al mismo tiempo.
En mis 20 años de carrera no había visto algo similar ya que es poco común que esto suceda.
La historia de nuestro paciente comienza de madrugada cuando despierta con un dolor en el pecho, al que él no le atribuye gran importancia, por lo que se vuelve a quedar dormido. Más tarde por la mañana presenta dificultad para hablar y para mover medio cuerpo de lado derecho. Al llegar su familiar, decide trasladarlo rápidamente al hospital.
De manera oportuna se da el diagnóstico por parte del Departamento de Urgencias del Hospital Puebla, dando activación de los 2 códigos que se tienen en materia cardiovascular: el Código Infarto y el Código Embolia Cerebral, que son los protocolos de atención que tiene el Hospital Puebla para la recepción, diagnóstico rápido (en menos de 30 minutos), e intervención de las 2 patologías de manera histórica.
Justamente así fue, realizamos la intervención al destapar primero la arteria del cerebro, un procedimiento bastante riesgoso, ya que el cerebro es un órgano que sobrevive menos tiempo. Posterior e inmediatamente, realizamos el cateterismo, es decir, primero destapamos la arteria del cerebro y luego la arteria del corazón de manera anecdótica.
El paciente actualmente se encuentra en las instalaciones del Hospital Puebla en la Unidad de Rehabilitación Cardíaca, completamente recuperado de las funciones cerebrales y de las funciones cardíacas.
Sin duda alguna, la atención oportuna de la familia, así como de los médicos del Departamento de Urgencias y el grupo interdisciplinario de neurólogos vasculares, cardiólogos vasculares y radiólogos intervencionistas que participaron en esta cirugía o cateterismo nos permitieron tener buenos resultados.
Agradezco al Hospital Puebla las facilidades para poder llevar a cabo esta intervención histórica al contar en esta Institución con la tecnología más importante para nuestras áreas, que nos permite salvar cada día a más pacientes, como el caso aquí descrito.